KEYLOGGER

Un keylogger es un software o hardware que puede interceptar y guardar las pulsaciones realizadas en el teclado de un equipo que haya sido infectado. Este malware se sitúa entre el teclado y el sistema operativo para interceptar y registrar la información sin que el usuario lo note. Además, un keylogger almacena los datos de forma local en el ordenador infectado y, en caso de que forme parte de un ataque mayor, permite que el atacante tenga acceso remoto al equipo de la víctima y registre la información en otro equipo. Aunque el término keylogger se usa, normalmente, para nombrar este tipo de herramienta maliciosas, existen también herramientas de vigilancia legítimas que usan las autoridades policiales y que funcionan de la misma forma que los keyloggers.









Variantes de Keylogger

Aunque existe un amplio abanico de variedades de keyloggers, las dos categorías principales son keyloggers con software y keyloggers con hardware. El más utilizado es el keylogger con software, el cual forma parte de otros malware como troyanos o rootkits. Éste es el más sencillo de instalar dentro de un equipo, porque no se necesita acceder a la máquina físicamente. Otro tipo de keylogger con software tiene la función de imitar una API del sistema operativo del equipo infectado, permitiendo al keylogger guardar cada pulsación que se haga.

Los keyloggers con hardware son menos habituales y más difíciles de instalar en un equipo. Esta variedad necesita que el criminal tenga acceso físico al ordenador, durante el proceso de fabricación o durante su uso. Otros keyloggers se pueden instalar a través de un USB o mediante un conector falso que una el teclado con el ordenador. Los keylogger con hardware son más flexibles para los cybercriminales, ya que son independientes del sistema operativo.





¿Cómo infecta al equipo?

Los keylogger con software suelen formar parte de malware mayores. Se suelen infectar los equipos a través de una web maliciosa, la cual ataca lo vulnerable del equipo e instala el malware. Otro método de instalación es a través de la descarga de una aplicación legítima, atacando el canal de descarga o insertando el malware en dicha app. Los keyloggers con hardware, por el contrario, necesitan que el atacante acceda físicamente al ordenador.











Eliminación

Es realmente difícil detectar un keylogger ya que, normalmente, no se suelen comportar como otros programas maliciosos. No buscan información de valor para luego enviarla a un servidor de comando y control. Tampoco destruyen información del equipo como hacen otros programas maliciosos. En su lugar, los keyloggers están diseñados para permanecer ocultos y pasar desapercibidos. Los productos antimalware pueden detectar y eliminar algunos tipos de keyloggers. Sin embargo, aquellos keylogger que hayan sido creados para un objetivo en concreto, no se suelen reconocer tan fácilmente. Si un usuario sospecha que su equipo está infectado con un keylogger, existe una serie de técnicas que le pueden ayudar a sortear dicho malware: por ejemplo, arrancando el equipo desde un CD o USB o usando un teclado virtual, el cual evita que el malware reciba las pulsaciones del teclado.